Aguas cristalinas y mucha tranquilidad son las principales características de Formentera, la más pequeña de las islas habitadas del archipiélago de las Baleares.
Un fin de semana o un puente largo en mayo o septiembre son épocas muy recomendables para descubrir algunos rincones de la isla. No hace falta descubrirlo todo de una vez ya que repetir su visita será sin duda un gran placer.
Formentera es una isla muy llana con dos playas muy grandes a lado y lado. Un monte (La Mola) en el sur permite una vista completa de la isla.
Aguas cristalinas hacen de sus playas auténticas piscinas en medio del Mediterráneo.
La isla de Espalmador, a la que se puede llegar andando por un estrecho de menos de 1km., nos ofrece una bahía magnífica para descansar y un lago de lodo para buscar tratamientos epidérmicos.
El alquiler de una moto o bici para llegar a ambos extremos es muy recomendable. Además podéis disfrutar de carreteras pequeñitas con destinos de película.
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